“No te mueras” me dije por dentro cuando el dolor en la cabeza había vuelto con mayor intensidad. El golpe en la cabeza había sido muy fuerte, aparentemente la altura de la cama influyó bastante. Apenas pude abrir los ojos en esa habitación blanca, rodeado de otras camas iguales a la mía. Los mareos iban y venían. Me levanté mareado por el golpe, pude ver al despertador sonar sin tregua. “PI,PI” decía la máquina sin cesar hasta que un momento se volvió un “PI” largo y sin pausa. Dos médicos se acercaron y dijeron “Hay que desconectarlo”.
Multilateral
Actualizado: 6 dic 2018
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