Es admirable como se maneja la naturaleza, el viento trae melodÃas de un viejo árbol, el sol sale todas las mañanas a la misma hora, las montañas como las extremidades de la tierra nos sorprenden con su belleza pero hay algo que detesto sinceramente con todo el alma y es la crecida del rÃo que apaga la calma. En tan solo un instante, el agua se lleva todo a su paso quedando un paisaje desdibujado. No hay palabras que puedan explicar lo que uno siente cuando ve que las personas que te rodean de a poco, el agua las va ahogando. Y uno se queda en un rincón observando lo sucedido sin poder hacer nada porque todo es producto de nuestro inconsciente.
eduardoyoly